Te imaginas que un estudiante te diga que tienes un Curso maravilloso, muy útil, muy bien estructurado, que aprendió muchísimo, a un buen ritmo y que el valor que pagó, es ínfimo con lo que cree que vale y a continuación otro estudiante, te diga prácticamente todo lo contrario o no te diga nada, te deje una valoración con una estrella, pida el reembolso y se vaya. ¿Cómo te sentirías?
Udemy es una plataforma grandiosa y sin embargo a veces nos hace sentir mal. Pero créame, no es problema ni Udemy ni de los estudiantes.
Si hay algo que hiere nuestro orgullo profesional, es sin dudas cuando un estudiante deja una valoración muy negativa de nuestros cursos. Es un trago bien amargo, muy difícil de digerir.
Parece que el mundo se nos viene encima, porque pensamos que nos están diciendo que no servimos como profesores o instructores. Nada más alejado de la realidad, es la gran oportunidad para mejorar nuestros cursos y para mejorar nosotros mismos como profesionales.
Recuerdo algunas valoraciones negativas y de cómo reaccioné inicialmente y no me queda más remedio que reírme de mi mismo. Sí, porque en ese momento me enfurecía tanto, que se me nublaba la razón, pero ahora en la distancia, sé que me han servido de mucho y me siguen siendo útiles.
Si alguien no me hubiera criticado, que lo que yo hablaba y los subtítulos, en ocasiones no “macheaban”, tal vez todavía les estuviera haciendo la vida difícil a muchos estudiantes.
Incluso ahora, a pesar de que uno de mis cursos, cuenta con más de 200 estudiantes y estar entre los más vendidos, sigo viendo con regularidad algunas quejas con las primeras clases introductorias y por supuesto espero pronto mejorarlas.
A pesar de tener mucha experiencia con la formación y entrenamiento de directivos y mandos medios en el mundo empresarial, enseñar en el mundo online, es mucho más difícil, por las grandes exigencias de las nuevas generaciones, acostumbrado a obtenerlo todo a una velocidad increíble y para las que en muchas ocasiones no estamos del todo preparado.
Tenemos la obligación de entender a nuestros estudiantes de cualquier generación, ayudarlos y convertir todas sus quejas en oportunidades de mejoras, de lo contrario, nos estancaremos y fallaremos en nuestra misión de mejorar la vida profesional de miles de personas.
Ten paciencia y sobre todo humildad, aprende de los demás, es la mejor receta para enfrentar las valoraciones negativas y los comentarios hirientes.
