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MarinaT
Hola instructores,
A la hora de diseñar tu curso, puede que te preguntes si es necesario mostrar tu cara. Esta pregunta ha surgido muchas veces en la comunidad, ya que muchos instructores comparten las mismas preocupaciones. Entendemos perfectamente que puede ser un reto, y ver una cara en pantalla puede resultar extraño al principio.
Para ayudarte a tomar esta decisión, hemos recopilado algunas respuestas perspicaces de otros instructores sobre cuándo y por qué puede ser beneficioso mostrar tu cara en los vídeos de tu curso.
Echa un vistazo a continuación.
Nuestra instructora Sharon Ramel recomienda encarecidamente añadir un toque personal mostrando la cara. A los futuros alumnos les gusta poner cara a un nombre, lo que les ayuda a sentir que tienen una relación con el instructor. Sharon sugiere que, si uno se siente tímido, dedicar 5 minutos al día a grabarse a sí mismo y luego ver las imágenes puede ayudar a sentirse cómodo delante de la cámara.
Rudranil Chakrabortty señala que no siempre es necesario mostrar la cara, sobre todo en cursos largos sobre programación o temas relacionados con el software, en los que grabar con una cámara de gama alta durante largas horas puede resultar poco práctico. Sin embargo, él utiliza su cara en sus contenidos por varias razones:
- Aumenta la confianza y ayuda a que los alumnos se vinculen mejor.
- Se puede causar una gran primera impresión con una sonrisa y un lenguaje corporal seguro.
- Para las secciones que no se componen de PowerPoints, pizarras o demostraciones, tener una cabeza parlante y gestos con las manos es más atractivo que una diapositiva estática con una voz en off.
- Durante la pandemia, todo el mundo se acostumbró a las reuniones y conferencias con cámaras, por lo que resulta menos aceptable no tener presencia visual.
- Es una buena técnica de branding para ser reconocido como experto más allá de los capítulos del curso.
El instructor Phillip Burton explica que, aunque mostrar la cara tiene sus ventajas, depende del tema. Él suele utilizar screencasts, valorando el contenido de la pantalla sobre su imagen. Phillip incluye un vídeo introductorio y otro final en los que aparece en cámara, pero el resto de su curso se presenta a través de screencasts. Señala que en campos distintos de la informática, puede ser más útil que los alumnos vean al instructor.
Greg Reverdiau cree que la necesidad de dar la cara depende del tema del curso. Para algunos cursos es esencial, mientras que para otros puede no serlo. Él alterna entre tres ángulos diferentes: su cara, su cara con el contenido del curso y el contenido del curso solo. Los alumnos aprecian esta variedad. Greg sólo querría enseñar algunos temas con interacción cara a cara, ya que crea un toque personal y una conexión con el alumno. Reconoce que muchos cursos de éxito basados en software no muestran la cara del instructor, lo que funciona bien para esos temas. Greg menciona que utiliza hasta 9-10 ángulos en sus cursos dependiendo del tema.
Estas reflexiones de nuestros instructores ponen de relieve diversas perspectivas sobre el valor de dar la cara en los vídeos de los cursos. Esperamos que te ayuden a decidir cuál es el mejor enfoque para tus propios cursos.
¿Qué opinas de mostrar tu cara en los vídeos de los cursos?
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